La habilidad que tiene el cerebro de reorganizarse a sí mismo y aprender de las experiencias es una de las capacidades más hermosas que tiene. Cada experiencia causa que nuestras neuronas formen nuevas conexiones, lo que lleva a aprender más o a mejorar los conocimientos que ya tenemos. A esto le llamamos plasticidad cerebral o neuroplasticidad, que es lo que nos permite adaptarnos y crecer constantemente.
Esta capacidad que tiene el cerebro de reorganizarse así mismo se da a lo largo de la vida. Puede ocurrir incluso cuando no nos damos cuenta que estamos aprendiendo algo nuevo. Sin embargo, a medida que avanzamos en edad, la actividad cerebrarl declina poco a poco, haciendo más difícil formar nuevas conexiones. Las investigaciones muestran que durante los primeros años de vida hacia la adolescencia, el cerebro tiene un nivel alto de plasticiad. Esto no significa que al llegar a la adultez la perdemos; al contrario, en la medida que seguimos aprendiendo y manteniendo el cerebro activo, nuestras neuronas siguen haciendo nuevas conexiones permitiendo que continuemos adaptándonos y aprendiendo.
Es un hecho que existen factores que pueden obstaculizar la plena capacidad de nuestro cerebro de establecer conexiones. Uno de esos factores es la necesidad de estimulación con actividades que originen retos. Esta publicación se enfocará en algunas actividades que pueden ayudar a potenciar la neuroplasticidad, especialemnte en los niños pequeños. Debajo, les dejo algunas ideas que pueden ayudar con la neuroplasticiad de tu niño:
1. Empieza con una buena dieta. Los neurocientíficos recomiendan incluir bayas, pescado, nueces y Omega-3 en la dieta de tu niño.
2. Considera la edad de tu niño para asegurarte que tengan suficiente tiempo para dormir. Por ejemplo, los niños entre 3 a 5 años requieren alrededor de 10 a 13 horas de dormir, mientras que aquellos entre 6 y 8 años neceitan alrededor de 9 a 12 horas.
3. Mantener el cuerpo activo através de ejercicio físico. Motiva a tu niño a participar en deportes como natación, fútbol, gimansia, o simplemente realizar actividades como ir a caminar, explorar los alrededores, montar la bicicleta, jugar con amigos al aire libre, y muchas otras actividades similares.
4. Ofrece a tu niño nuevas experiencias, como visitar un nuevo parque, tomar un camino diferente para ir de casa a la escuela o viceversa, o a casa de la abuela, etc.
5. Presenta a tu niño nuevos juegos como por ejemplo, un nuevo rompecabeza o también juegos de mesa, adivinanas, o juegos para construir. Actividades que impliquen autoexpresarse tales como el arte, baile, música, y juegos de roles o imaginarios pueden tambien ser beneficiosos.
6. Anima a tu niño a tomar decisiones por sí mismo, como por ejemplo escoger su ropa, juegos, lugares a donde ir, etc.
7. Lee a tu niño todos los días, cada noche antes de dormir. Deja que escojan su libro favorito y léelo tan seguido como sea posible. También, ofrece a tu niño nuevos libros para que amplíen su visión del mundo, su conocimiento del mundo, y su vocabulario.
8. La repetición es también escencial en el proceso de aprendizaje. Fortalece los nuevos aprendizajes y ayuda a que este nuevo conocimiento logre retenerse en la memoria a largo plazo. Solo cuando un aprendizaje es sólido, tu niño estará listo para uno nuevo. )
Como maestra, hay muchas actividades que puedes hacer con tus estudiantes para ayudarlos a crecer y aprender. Por ejemplo, puedes darles oportunidades para que elijan el trabajo que quieren realizar en la clase, o que escojan el lugar donde quieren sentarse, o los juegos que quieren jugar. También puede ser beneficioso permitirles que trabajen o jueguen con niños diferentes cada vez, pues les ayuda a aprender nuevas formas de realizar algo o de ver las cosas, pero sobre todo hace que sus relaciones sociales sean cada vez más fuertes y que mejoren su habilidad de resolver problemas.
En clase, puedes darle oportunidades para participar en clase compartiendo con sus compañeros, ya sea en parejas o en pequeños grupos. Esta interacción social, permite que mejoren las habilidades sociales y la colaboración.
Cambiar rutinas también podría promover un pensamiento flexible. Por ejemplo, puedes mover el tiempo del "calendario" para otro momento del día, o introducir un nuevo juego cada semana, incluso puedes cambiar las reglas de un juego que ya han experimentado, o también pudes pedir ideas a los niños para ¡crear un nuevo juego!
Finalmente, puedes motivar el aprendizaje a través del juego. Por ejemplo, para enseñar acerca de los números puedes usar tarjetas, dados, bingo, videos, o pedirles que construyan algo con una cantidad específica de bloques.
Recuerden que el peor enemigo del proceso de neuroplasticidad es la rutina y que nuestro cerebro, según Susan Fiske y Shelley Taylor (1984) es un "ávaro cognitivo", pues suele tomar el camino más fácil para resolver situaciones diversas. La estimulación frecuente permite al cerebro estar activo, generar nuevas neuronas y establecer nuevas conexiones. Como adultos, podemos crear numerosas formas de fomentar la neuroplasticidad en nuestros niños.